jueves, 14 de abril de 2011

Buenasbuenísimascuasinoches




Jelouuu! Después de las intensas jornadas de comunicación y moda de hoy, tengo otra perspectiva sobre la vida. Bueno, tampoco tanto.

Pero sí que creo que el mundo de la moda puede ser un verdadero universo lleno de matices no tan efímeros como algunos intelectualoides defienden. Posicionarse en un extremo opuesto a lo que se puede tachar como banal no te hace poseedor de la verdad eterna ni de la piedra filosofal. La moda puede contemplarse como una manifestación de la cultura del hombre. Si la miramos desde un punto de vista sociológico o filosófico posee un sentido sumamente genial. Y no desde la superficialidad, adquirida fácilmente por quienes duermen abrazados a fajos de billetes, aquellos que no quieren expresar nada más que su elevada posición social mediante una ostentosa apariencia aureada, cual Ferrero Rocher.

La moda es una crítica de valores donde, tanto el individuo mismo como su grupo social afín trazan un discurso intangiblemente captado por el resto. Como manifestación humana que no deja de ser, ensalza una personalidad, una perspectiva, un modo de vida, una filosofía, y echa por tierra a sus contrarias.


Un cambio que se produzca en la moda del momento parece algo efímero, insustancial en su seno, pero, sin embargo, es una caja de resonancia de una transformación mucho más trascendental que está acaciendo en el núcleo social. La moda propicia una liberación donde, quizá por su aprobación social mayor que en otras creacciones humanas, el sello personal, más evidente o menos, siempre se puede encontrar.


Photos: "en clase! haciendo el majo

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